domingo, 2 de diciembre de 2012

Mantecados de canela

Otra de las recetas que tenía pendiente para estas fechas era la de los mantecados.

Las navidades pasadas me quedé con las ganas así que no quería dejar pasar  un año más sin ponerme con ellos.

Los ingredientes básicos para elaborarlos no suelen variar mucho, aunque hay versiones para todos los gustos. Los que no llevan huevo, los que llevan solo la yema, los que llevan solo la clara y los que le echan el huevo entero.

Y lógicamente, dependiendo de la región también se hacen con un estilo propio.



Me recuerda a las recetas de las torrijas. Pocos y sencillos ingredientes con infinitas formas de preparación.

El sabor me ha encantado y no tienen mucha dificultad, pero como todo tiene sus inconvenientes, esos bocados deliciosos son una bomba de calorías.

Que le vamos a hacer...

Yo nunca había trabajado con la manteca de cerdo para hacer repostería y me sorprendió mucho el olor que desprendía tanto la masa cuando la prepararé para refrigerarla, como cuando los saqué del horno.

Si bien es cierto que con el embarazo tengo el olfato al 200%, tengo que reconocer que tuve mis dudas del resultado y cuando termine de hacer la masa, dude de si aquello sería la masa de los mantecados o una masa de galletas de jamón ibérico.

Por suerte, cuando los probé una vez fríos no me dio ni olor ni sabor a cortezas.

Así que si a alguien le pasa lo mismo, que no se asuste, es normal.

Vamos con la receta de los MANTECADOS DE CANELA



INGREDIENTES

150 grs de harina
30 grs de almendras molidas
80 de azúcar glass
75 grs de manteca de cerdo a temperatura ambiente
1 yema de huevo
1/2 cuhdita de canela en polvo
1 pizca de sal

sésamo crudo para decorar


COMO SE HACE

Primero precalentamos al horno a 160º.

Cuando el horno coja la temperatura, colocaremos la harina sobre la bandeja del horno utilizando papel para hornear. Y tostaremos la harina durante 10 minutos. Retiramos y dejamos enfriar.

Mezclaremos en un bol la manteca y la harina hasta obtener una masa homogénea. Añadimos el resto de los ingredientes (menos el sésamo) y mezclamos todo hasta que se incorporen perfectamente.

Hacemos un rulo con la masa y lo envolvemos en film transparente para después introducir en el frigorífico durante 1 hora.



Precalentamos el horno a 220º.

Retiramos el film de la masa y la cortamos en rodajas de 2 o 3 cms.

Colocamos las rodajas de masa sobre la bandeja del horno, le ponemos el sésamo al gusto e introducimos en el horno durante 5 o 10 minutos. Hasta que se doren un poco.

Retiramos y dejamos enfriar antes de servir. Si queremos podemos espolvorear un poco más de azúcar glass sobre ellos.

Y ya solo queda disfrutar de ellos, con moderación... o no.

* Con estas cantidades salen aproximadamente 12 mantecados.



Un saludo para todos los que pasáis por aquí a saludar y dejar vuestros comentarios.

También un abrazo especial para aquellos que me visitáis y me leéis recientemente desde el otro lado del charco, en concreto desde Venezuela.


Feliz semana!





domingo, 4 de noviembre de 2012

Bundt cake de calabaza

Unos días más y creo que hubiera olvidado hasta las claves para acceder al blog.

Tres meses sin pasar por aquí y casi sin encender el horno.

Apenas tengo tiempo y a las 20.00 de la tarde ya voy medio zombi. Así que se me acumula un poco todo.

En cualquier caso me alegro mucho de poder pasar a saludaros, a dar señales y quitar un poco las telarañas de esta cocinita.

Ahora que ya ha empezado el frío apetece darle caña al horno y que mejor forma de hacerlo que con un rico bundt cake al que le tenía muchas ganas.



Es una adaptación de una receta de Martha Stewart y estoy segura de que si la probáis os encantará, como a mí.
Merece la pena hacerlo aunque solo sea por el rico olor del que se impregna la cocina e incluso el resto de la casa. Huele a navidad!

Recuerda mucho al carrot cake por aquello de ser un bizcocho especiado, jugoso y húmedo, así que yo ya sabía que a mí ya me tenía ganada antes de probarlo.

Aquí os dejo la receta del Bundt cake de calabaza


INGREDIENTES

400 grs de harina
175 grs de mantequilla
285 grs de light brown sugar (yo usé la de Tate&Lyle )
3 huevos
150 grs d buttermilk*
1/2 cuchdita de bicarbonato
2 cuchditas de la mezcla de especias para speculoos
1/2 cuchdita d nuez moscada recién molida
3 cuchdita de levadura
1/2 cuchdita de sal
300 grs de puré calabaza**
Ralladura de 1 naranja




COMO SE HACE

Precalentemos el horno a 185º

En un cuenco tamizamos la harina, la sal, las especias, la levadura y el bicarbonato.

En otro bol batimos la mantequilla blanda con el azúcar hasta que quede una mezcla cremosa. Después vamos añadiendo los huevos uno a uno esperando siempre que el anterior esté totalmente incorporado.

Después iremos añadiendo a masa la mezcla de la harina poco a poco e intercalando con el buttermilk. En dos o tres veces.

*Recordad que si que no encontrais el buttermilk podéis hacerlo vosotros mismos añadiendo a 150 grs de leche semidesnatada una cucharada de zumo de limón o vinagre blanco.

Una vez que esté todo bien mezclado, añadiremos el puré de calabaza y mezclaremos y por último la ralladura de naranja.



Vertemos masa en un molde previamente engrasado y lo introducimos al horno 55 minutos.

Retiramos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez frío podemos desmoldarlo.

Después podemos decorar como más nos guste. En este caso yo lo hice con azúcar glass y lo acompañé con un poco de crema de queso.


**El puré de calabaza lo hice con 450 grs de calabaza cruda. Pelada y cortada en trozos y al vapor.
Una vez que la calabaza esta en su punto la trituré ayudándome de un tenedor y un colador para eliminar el exceso de agua.


Si os animáis a hacerlo, pasaos a contarme que os pareció. Yo seguro que repetiré.

Un abrazo para todos.

Hasta pronto!!!



martes, 7 de agosto de 2012

Tarta de obleas y chocolate

No, no he huido del país ni me han secuestrado los extraterrestres, aunque pueda parecerlo.

Sigo aquí, en Madrid para más señas. Esperando como agua de mayo que lleguen mis merecidas vacaciones, pero me paso el día de acá para allá y el poco tiempo que tengo no me apetece pasarlo delante del ordenador y mucho menos encender el horno, aunque haya hecho alguna excepción por algún acontecimiento especial.

Precisamente, la receta de hoy es perfecta para esta época de calor pues no necesitaremos convertir la cocina en un infierno goloso y además se toma frío. Ideal.



La vi en el blog de Clemenvilla (uno de mis favoritos por sus recetas y por la gran persona que está detrás de él) y esta tarta me conquistó.

La obleas son fáciles de encontrar, yo las he visto en Carrefour, Mercadona y muchos comercios de ultramarinos. Solo debéis tener cuidado cuando vayáis colocándolas para que no se rompan. El procedimiento es muy sencillo.

Vamos allá

Para la Tarta de obleas y chocolate necesitaremos lo siguiente




INGREDIENTES

1 paquete de obleas
750 ml de leche entera
1 sobre de flan Royal (si usáis otra marca fijaos en si lleva azúcar porque de no ser así tendréis que añadirle unas cucharadas)
200 grs de chocolate negro fondant
70 grs de mantequilla
1 cucharada sopera de Grand Marnier (o de ron)
500 grs de cerezas
bolitas de chocolate para decorar si os apetece


COMO SE HACE

Ponemos parte de la leche (fría) en un vaso y disolvemos el sobre de flan.

En un cazo ponemos el resto de la leche, el licor y el chocolate troceado y vamos removiendo hasta que la mezcla llegue a hervir. Añadimos el preparado de flan y volvemos a remover hasta que de nuevo rompa a hervir.

Retiramos del fuego y añadimos la mantequilla y removemos hasta que se deshaga.

Sobre un plato grande llano o una fuente llana colocamos un aro de pastelería graduable y lo ponemos un poco más de la medida de las obleas.

Colocamos una obleas y encima ponemos 5 o 6 cucharadas de la mezcla del chocolate. Repartimos con el dorso de la cuchara.
Colocamos otra oblea encima y añadimos otras 5 o 6 cucharadas de la mezcla. y Repetiremos el procedimiento hasta q nos quedemos sin obleas o casi sin chocolate, siendo la última capa de chocolate y poniendo unas pocas más de cucharadas de chocolate (yo puse como 14 o 15)



No es necesario que se enfríe la mezcla de chocolate para empezar a utilizarla, es más, mejor que nos demos algo de brío para evitar en la mezcla de chocolate se vaya cuajando según vaya enfriándose.

Dejamos en la nevera para que se enfríe. Mejor si la preparamos el día de antes de consumirla.

Antes de servir la decoraremos con las cerezas.


Y con esta receta queda inaugurada la temporada de vacaciones. Nos vemos en septiembre.



Felices vacaciones a tod@s.




miércoles, 6 de junio de 2012

París, oh! la la (y sus tiendas de repostería)

Esta vez no traigo ninguna receta pero espero que a más de uno le pueda resultar de gran ayuda este post.

Hace unos días estuve visitando la ciudad de París.
Una ciudad bellísima con amplios espacios para deleitarse y disfrutar (aunque que nadie se ofenda pero sigo prefiriendo repetir con Londres, ciudad que no me canso de visitar).

Cuando salgo fuera de España, en el planing del viaje siempre incluyo alguna tienda donde pueda comprar algo de menaje o utensilios de cocina/repostería.
Además me encanta meterme en todos los supermercados que encuentro para comprar cosas que en España son difíciles o imposibles de encontrar por ser productos autóctonos de ese lugar.

Y París, no iba a ser menos...

Una gran ventaja de las tiendas que visité en París es que estaban todas muy cerca las unas de las otras, y teniendo en cuenta que el tiempo con el que contaba no era mucho, esa circunstancia me resulto de los más útil.


Estuve buscando estas tiendas por internet y además conté con la ayuda de Isabel, que me facilitó muchísima información también.
Así que, desde aquí quiero darle las gracias porque no solo me dio numerosa información con todo lujo de detalles sino que lo hizo en un tiempo record.
Muchas gracias guapina!, me acordé mucho de ti cuando estuve por allí.

Bien, vamos a empezar por la primera tienda que visité.
Es la tienda E. DEHILLERIN (18, Rue Coquilliere)



Una gozada entrar dentro.
Una tienda con mucha solera donde acuden todo tipo de profesionales para adquirir el material necesario para sus cocinas y obradores.
Tiene la planta que está a pie de calle y otra planta inferior.
En la primera podréis encontrar todo tipo de varillas, rodillos, tablas, cubertería y cuchillería, moldes, corta pastas, porcelanas, etc.
Y en la planta sótano tienen mucho material de embalaje y menaje de cocina.
Las ollas de todos los tamaños y materiales son dignas de ver. Las de hierro me encantaron.




¿Qué me llevé de aquí?, nada.
Aunque hay varios empelados, había tanta cola que decidí no esperarme. Las cosas que me podían interesar también las podía localizar en España y mejor de precio, así que después de darme el gusto de inspeccionar todo al detalle, me fui a por mi siguiente objetivo.


Las tiendas de A.SIMON (48 y 52 Rue Montmartre)



Están una junto a la otra. Uno más centrado en utensilios de cocina y repostería y el otro (mejor decorado) más centrado en el menaje de cocina y mesa, aunque podéis encontrar moldes de diferentes tipos en ambos establecimientos.

La foto es del local donde tienen más utensilios de cocina que menaje. También podéis encontrar material para embalar y transportar comida, tartas, cupcakes, etc.
Aquí encontré un vaso termo al que le tenía muchas ganas y aun precio fabuloso, pero no me llevé nada más. Me dieron ganas de arrasar con blondas, bandejas y cajas de todo tipo pero hubiera necesitado un trailer, así que me guardé las ganas en el bolsillo y me fui al otro local a cotillear otro poco.

En el segundo local no estuve mucho tiempo. Demasiados artículos frágiles para estar con un níño de tres años detrás de mi. Y no es que mi pequeño pinche sea muy trasto pero allí había cosas que se podrían haber roto solo con mirarlas...

Aun así tampoco me fui de vacío.
Cuando me dirigía a la puerta y en un rápido barrido de localización de algo interesante me encontré con unos tarritos de porcelana de Les Artistes con forma de Petit suisse.
Bingo! ya les tenía ganas así que hala! a pasar por caja.
Espero enseñároslos pronto en algún post.


Vamos a por otra...

La tienda MORA (13, Rue de Montmartre)



Una tienda muy interesante de visitar para los amantes de la elaboración de chocolate. Cuentan con una variedad de artículos de repostería muy amplia.
En la zona del fondo de la tienda tienen una cantidad bastante considerable de moldes para chocolate, sobre todo para figuras en 3D.
Y en la zona de la derecha tienen una especie de anexo con numerosos artículos de la marca Wilton.

De aquí también me fui sin comprar nada. Los precios no están mal pero tampoco vi nada que necesitara de forma imperiosa y bueno... volvemos al tema de la falta de un trailer donde cargar todo lo que me hubiera llevado.

Y por último...

La tienda LA BOVIDA (36, Rue Montmartre)


Otra tienda digna de visitar (y la tienda de alimentación gourmet que hay en el local de al lado también...)
En sus dos plantas, podéis encontrar, al igual que en las anteriores, todo tipo de material para repostería y cocina en general. Además tienen una selección de especias y mezclas ya preparadas (aunque yo no encontré la que buscaba) que se pueden adquirir ya envasadas o al peso.

Y después de esta ruta express por las tiendas de París nada mejor que darse un pequeño caprichito.




Los Macarons de Ladurée.

Suele pasar, a veces, que uno tiene demasiadas espectativas puestas sobre algo y luego si no se cumplen, esto puede decepcionarnos. Lógico.

Pues eso es lo que me ha pasado a mí con este "must buy" de las pastelerías de París.

No es que no estén buenos, ni mucho menos, pero esperaba algo más. No sabría que...
Pero claro, ya se sabe que para gustos los colores. Probé 5 sabores diferentes y el de chocolate fue el que más me gustó. Pero tampoco me pareció nada del otro mundo.

Si alguna vez vuelvo a París, no creo que vuelva a comprarlos, me parece mejor idea gastar el dinero en los croissants ;)

Y hasta aquí el post de hoy. Espero que en algún momento os pueda resultar de utilidad, porque es algo que no os podéis perder. Aunque no compréís nada, si sois de los que os gustan todas estas cosillas seguro que disfrutaréis perdiéndoos en ellas.

lunes, 28 de mayo de 2012

Mermelada de naranja

Esto de cogerle el gusto a las conservas no sé si interesa o no, la verdad.
Que sí, que viene muy bien eso de tener en la despensa un surtido de productos en conserva para poder gastar durante todo el año, pero..., digamos que la clave está en no hacerlas en cantidades industriales.

Aquí vamos con la segunda mermelada para el blog.
Después de la mermelada de membrillo (podéis verla aquí), hoy traigo ésta de rica naranja.



Yo no he sido nunca muy fan de la mermelada de naranja pero tengo que reconocer que esta mermelada me ha enamorado. Me resulta deliciosa y elaborarla es igual de fácil.




INGREDIENTES:

1 kg de naranjas ya peladas y cortadas
800 grs de azúcar blanquilla
Ralladura de naranja (de 1 o 2 naranjas)




COMO SE HACE

Pelamos las naranjas quitando toda la parte blanca (muy importante quitar todo para que no amargue).

La troceamos sin falta de hacerlo finamente.

Ponemos la naranja y el azúcar en una olla y ponemos a cocer. Una vez que empiece a cocer lo dejamos que se cocine durante 40-45 minutos. Removiendo frecuentemente para que no se nos pegue el azúcar.

Con un acanalador rallamos en tiras finas la cáscara de las naranjas, previamente bien lavadas, y añadimos esta ralladura a la mezcla.

La cantidad de la ralladura va al gusto. Hay gente que prefiere no ponerle, otras que si ponen pero poquito y otras personas que prefieren poner bastante. A vuestra elección.

Retirar del fuego y triturarla con la batidora de cuchillas.

Podemos usarla en el momento en que ya esté fría, por ejemplo para rellenar una tarta o si lo preferimos la podemos guardar en conserva.

Ponemos en los tarros (previamente esterilizados), tapar y cocer al baño maría. Dejar enfriar en el mismo recipiente hasta que el agua se enfríe.

Secar, etiquetar y guardar.




* Fuente: la mamá de La Paxarina

lunes, 14 de mayo de 2012

Bizcocho de dulce de leche

El viaje que hicimos hace ya casi siete años a Argentina consiguió que nuestra admiración y cariño por su cultura, su gente y su tierra creciera aun más.
Volvimos de allí con la emoción que te da el encontrar una tierra tan maravillosa y con ganas de repetir la experiencia, para poder seguir descubriendo todos los rincones que se quedaron sin conocer.

Este bizcocho lo tomamos como nuestro homenaje-recuerdo a aquel viaje.

Tiene un sabor y una textura densa pero muy rica. Se puede tomar así, solo, pero a mí me gusta acompañado de un frosting de nata y queso (todo muy light, vamos...) y con un té o ya puestos con un mate.


INGREDIENTES:

290 grs de harina leudante
4 huevos
250 grs de mantequilla a temperatura ambiente
210 grs de dulce de leche
200 grs de azúcar
8 cucharadas de leche entera




COMO SE HACE

Precalentamos el horno a 180º

Batimos la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema esponjosa. Añadimos el dulce de leche y volvemos a batir.

Incorporamos los huevos uno a uno. Cuando se integre bien en la mezcla el primero, añadiremos otro y así sucesivamente.

Añadimos la leche y batimos.

Por último tamizamos la harina y la incorporamos a la mezcla. Batimos hasta obtener un mezcla homogénea y la vertemos sobre un molde previamente engrasado.

Introducimos en el horno durante 40-45 minutos.


Sacamos del horno y dejamos enfriar completamente sobre una rejilla antes de servir.

Feliz semana!


* Fuente: versión modificada de la receta de Food Travel and Wine

miércoles, 25 de abril de 2012

Rosquillas fritas de anís y de vainilla

Me hubiera gustado traer la receta de las rosquillas que hacía mi abuela pero mi madre no consigue encontrarla. Y mira que es raro que una madre no encuentre algo, peeeero, esta vez no hay manera.
Sabemos que estar está, pero ¿dónde?, eso ya es otra historia.

No perderemos la esperanza pero mientras continuamos la búsqueda, podemos endulzar el tiempo con estas otras rosquillas que traigo.


En este caso la receta es de mi suegra y tengo que decir que resultan igualmente riquísimas.

Hice dos masas para poder hacer dos versiones, una con anís (como las hace mi suegra) y otra con vainilla. Y las dos me gustaron por igual y en casa se terminaron ambas en tiempo record.

Como podréis comprobar en la receta no vienen pesos, porque lo hice tomando como medida un pocillo de los de café solo; es decir, la tacita más pequeña para café solo.

La próxima vez que las haga intentaré recordar pesar las cantidades, pero tampoco veáis esto como un problema.
Para que os hagáis una idea, mi suegra me contó que su madre usaba como medida la cáscara del huevo que usaba para la masa.

En cuanto a la harina necesaria, puedo deciros que yo tuve que poner distintas cantidades en cada masa según iba viendo lo que demandaba.

En las fotos, con este estilo retro que me ha parecido ideal para esta receta tan tradicional, no notaréis la diferencia lógicamente, pero como detalle informativo os puedo decir que las rosquillas de vainilla son las que van unidas por el cordel y las de anís las que están en el plato.


Vamos con la receta de un dulce tan tradicional como son las rosquillas fritas.

INGREDIENTES

1 huevo XL
1 taza (de café solo) de leche entera
1/2 taza de aceite de oliva virgen extra
1/2 taza de anís (para las de vainilla, sustituir el anís por 1 cucharadita de esencia de vainilla o la raspadura de las semillas que se encuentran en el interior de una vaina grande de vainilla)
3/4 de taza de azúcar
1 sobre de levadura química (tipo Royal)
La ralladura de 1/2 naranja
La ralladura de 1/2 limón (para las de vainilla no puse la del limón)
Harina de trigo según admita (yo para las de anís usé 250 grs y para las de vainilla casi 300 grs)
Aceite de girasol para freír (se puede usar de AOVE pero yo prefiero freírlas en girasol para queden más ligeras)
Azúcar para rebozarlas

COMO SE HACE

En un bol batimos el huevo y le añadimos la leche, el aceite de oliva, el anís, el azúcar y la ralladura. Mezclarlo todo bien.
Después vamos añadiendo la harina y la levadura tamizada y vamos mezclando y amasando hasta obtener una textura que no sea pegajosa pero que tampoco quede dura y seca.

Para amasar más cómodamente podemos untarnos un poco de aceite en las manos para que la masa se nos pegue lo menos posible.

Una vez la masa esté lista, la colocamos en un bol y la tapamos con film transparente o con un paño limpio y la dejamos reposar una hora en un lugar no frío y libre de corrientes de aire.

Transcurrido el tiempo de reposo calentamos el aceite de girasol donde vayamos a freírlas.

Vamos cogiendo porciones del tamaño deseado, yo las hacía del tamaño de una nuez pequeña.

Las cogemos de dos en dos. Las aplastamos con la palma de la mano y colocamos una encima de la otra presionando y aplastándolas. Después hacemos con un dedo un agujero en medio de la masa y la estiramos dándole forma de rosca.

Debemos hacer un agujero grande para evitar que cuando se fría la rosquilla éste se cierre.

El aceite debe estar caliente pero no en exceso para evitar que se arrebaten por fuera y queden crudas por dentro.

Cuando el aceite esté listo iremos friéndolas sin poner demasiadas para que no se peguen.


Cuando estén doraditas las sacaremos y las colocaremos en una fuente sobre la que habremos colocado papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.

Aun tibias, las pasaremos por azúcar y dejaremos que terminen de enfriar... si podemos!

Una vez frías la guardaremos en alguna caja que cierre bien para conservarlas y evitar que se queden secas.